Informe Especial

La verdad de un prócer poco reconocido

La memoria Argentina y la historia de la nación condenó a Manuel Belgrano, a ser un simple sastre sin día en el calendario oficial, en consecuencia a que el 20 de junio es el día de la bandera, insignia patria creada por doña María Catalina Echeverria.

Es decir, que hoy se enmarca al gran “Hijo de la Patria” como el creador de un trapo, el cual solo se enarbola por algún logro deportivo o en el estallido de alguna fiebre patriótica ocasional.

Pero en realidad, Manuel Belgrano, fue el primer economista argentino y uno de los intelectuales más lúcidos de la Revolución de Mayo, un adelantado a su época, precursor del periodismo, la educación para todos y la justicia social.

El ilustre Manuel, nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Estudió en el país y luego viajó a Europa, para tomar clases en las universidades de Valladolid y Salamanca.

De esta manera, Belgrano llegó a Europa en plena Revolución Francesa, viviendo
intensamente la catarata de ideas revolucionarias de la época, pudiendo tomar allí contacto con los pensamientos de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Adam Smith y Quesnay.

En 1794 volvió al país tomando el cargo de secretario del consulado, el cual era un organismo colonial dedicado a las actividades económicas.

Desde allí, empezó a implementar sus ideas tomando como bastión la educación, fomentando la capacitación de la gente en oficios para que pudieran aplicarlos en beneficio de sus ingresos y en los del país.

Desde el punto de vista de la industria, el comercio, la agricultura y el mercado interno, intentó modificar el modelo de producción, desconfiando de la ganadería, porque daba trabajo a poca gente, concentraba la riqueza y desalentaba el crecimiento de la población.

Hoy, los enriquecidos a costa del país y del trabajo de su gente, se enorgullecen diciendo que Manuel Belgrano murió pobre, pero lo que olvidan recordar es que el prócer nació rico y murió pobre, invirtiendo todos sus ingresos en la revolución.

Nunca resigno cobrar el dinero de los sueldos que se le adeudaba y mucho menos a dejar que la administración pública le robara los 40.000mil pesos oro con los que lo habían premiado por las victorias de Salta y Tucumán, los cuales donó para la construcción de cuatro escuelas publicas.

En 1820 el general partió a su ultima misión para pacificar Santa fe, pero debido a problemas de salud, su sífilis sumada a los efectos del paludismo y un hidropesía que ya no le permitía caminar ni montar a caballo, lo llevaron a abortar el operativo.

De esta manera, el 20 de junio de 1820, en plena guerra civil y sin que nadie lo notara, moría Manuel Belgrano, hundido en la miseria partía nuestro ilustre héroe, el cual no descansó pensando un proyecto de pías que sabía imposible pero justo.

Por todos estos concepto, desde prensa pirata, creemos que a muchos no le conviene que los niños desde su tierna infancia aprendan a honrar a pensadores, innovadores y revolucionarios como lo fue el Gran Manuel Belgrano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Integrantes de Prensa Pirata bienvenidos a la Web!
En el día de la Bandera es bueno leer una reinvindicación a nuestro Belgrano, porque como dice el autor de la nota,fue mucho más que una bandera, fue un intelectual y estudioso de su época. Y como se estilaba entonces con Ideales. JE! JE!
Es cierto, y cabe destacar, que en muchas ocasionas, al enseñarnos nos estupidizan. Gracias. Estamos en contacto!

Anónimo dijo...

ME PARECIO UN ENFOQUE INTERESANTE.

JOAQUÍN M.